El adiós sería demasiado largo, creería ahora
y el reconocimiento demasiado tardío, no espero que ganen los peores.
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Y que esta enseñanza histórica sin dudas madura era, desde el sentido y la identidad de todo su contenido, diría del mejor revisionismo peronista obrero, justito en el año del bicentenario, era también para mostrarse en vitrinas de las más lujosas que guarda la experiencia y la construcción nacional y popular, digo de cualquier país democrático joven de los nuestros.
y lo noble, no era tan distinto desde la justicia social, en la que alzaba su bandera.
pero a mi me soplaba
el mismo viento frió
y se difundía la misma tormenta,
para que se me ponga
toda la piel de gallina
y el escalofrío,
alumbrando el asombro
de como corría la gente
que en fin se recorría a si misma,
en la emoción contenida
de las calles y las avenidas
bajo la lluvia,
sin parar jamás el agua
despidiendo a su líder
rindiéndole increíbles honores
como mis 31 diciembres
no recuerdan sus vistas ni sus ojos,
y que líder era este fulano,
era el que más hondo
había calado en los jóvenes
post enemistas de la generación apolítica,
y que los había reconciliado sin excusas
con la participación y la militancia posible,
creyendo, como yo lo sigo haciendo,
que se podía, enfrentar a los más malos
desde la justicia, contra la concentración
de toda índole,
y lo que faltaba era inmenso
pero lo más difícil, había sido el principio
ahora era seguir la huella
quien sabe,
encontrar las organizaciones
más apropiadas para caminarlas
y profundizarlas
sin perder el rumbo
y que ese era el legado
tan autentico y profundo
que lloraba
este cielo triste y gris
de pensamientos insondables,
de luces y sirenas
de truenos y emotivas calderas envainadas
en un trayecto que es mas allá que la nada
imaginada.
Se va su avión
y lo acompañaran
todo el trayecto
la lluvia dócil
y mis lagrimas amargas
que agradecen
la posibilidad histórica.
Podría decirte
que yo me olvidado
de todo lo bueno
y de todo lo malo
que carga mi experiencia
para volverme tibio
y negar mi esencia
combativa,
pero, quien
entendería el perdón
en la revancha más necesitada;
pero mi deber es entonces
ser de época
y no hacerme el boludo
con toda nuestra historia
y decirles que cuenta para mi conciencia,
que no hay un pescado
que parezca avivado,
sequito, esta mas cerca
de ser caldo o polvito
que de volver al río,
y que no hay una duda
con un sentido que se imponga
como monopolio,
aunque en lo ojos parece
lo que con la edad envejece
y se pudre la areté
sin nobleza brotando
para dar paso a lo nuevo
mejorando lo que ya se ha hecho
otra piel, otro personaje
los mismos valores
después
de otra fiebre de la infancia
en la que el adiós sería
demasiado largo.
