Uno de los
errores mas graves de la política conservadora, de las llamadas grandes democracias,-entre ellas todos cuantos
la hacen, cualquiera sea la denominación del partido- consiste en creer
que puede permitirse el ser infiel a
su máscara y el lujo, de una inequidad desvergonzada, sin que la Historia, en plazo mas o menos corto, le
pida estrecha cuenta de su conducta.
Confía demasiado, en sus recursos materiales-los que posee y los que procura agenciarse- y se entrega a la gran
corriente de cinismo que invade el mundo, alardeando, como sus adversarios, de una actuación realista,
y reconociendo, implícitamente, que una política cimentada en principios éticos sería una política de ilusiones.
Las grandes
democracias para quienes la guerra, es, lo indefectible, se preparan mal, para
la guerra. Los hombres que las representan, descuidan, malgastan o anulan,
anticipadamente su retórica- se entiende por retórica, el empleo de la palabra
para convencer al prójimo y persuadirlo de las propias razones-, descuidan,
digo, su retórica y la despojan de toda virtud, al ajustar su conducta,
burdamente a normas dictadas por la retórica del adversario.
La sociedad de las naciones , reciben
alegatos repletos de dignidad y lógica, todo conducido, a probar, de un modo
perfecto, la actuación hipócrita y perversa,
de quienes, habiendo propuesto “la no
intervención en países”, ayudan a los adversarios, agresores, intervencionistas y privan al agredido de su
derecho INCONTESTABLE , el de procurarse, los medios para su defensa, y con
sendos discursos-escritos de antemano-, en que ni se intenta una refutación,
con dos piezas de vulgarísima oratoria diplomática,
que, ni tan siquiera, pretende convencer a nadie.
¿Qué
importan las razones ante los hechos de fuerza consumados por la fuerza…?
No perdamos
el tiempo. Porque no es éste el único hecho monstruoso, a que debamos dar, nuestra
“aquiescencia”. Mas , ahí queda,
hincado en blanco, sin agotar su impulso, el discurso, de nuestros
compatriotas, como flecha trémula y vibrante, para inquietud y escándalo, de
las conciencias adormiladas; ahí, quedan también , las dos ineptas oraciones de
sus colegas, para vergüenza , de sus pueblos respectivos y prueba la nociva
inutilidad- casi todo lo inútil es nocivo- de una institución formada, para
sustituir la fuerza material por la
JUSTICIA y ampare los derechos de los mas débiles, mira con indiferencia la
ruina de éstos, cuando no contribuye a acelerarla.
Fte
:historia, historia española, guerra civil.
lidia-la escriba imagen de la red
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