Publicado en Descubriendo los tesoros.
En estos días conocimos un interesante intercambio epistolar por algunos medios de comunicación alternativos, y de los otros, entre el dirigente del Partido Obrero, Jorge Altamira, y el historiador, Norberto Galasso.
Es muy claro en tanto deja muy en evidencia la amplitud de miras y la necedad de los unos y de los otros. Es esta pequeña pincelada ideológica representa con bastante contundencia el momento político al cual nos enfrentamos, la encrucijada que tenemos delante nuestro. Nos guste o no.
Personalmente, rescataría el siguiente párrafo de la última entrega de esta zaga:
El país se parte, otra vez, como siempre, ahí está la cuestión, porque hay proyectos en pugna y uno de ellos favorece las condiciones para el progreso popular y el otro, no. El otro quiere volver atrás. Y entonces yo me entusiasmo y te hablo de Evo Morales y vos lo negás a Evo que enfrenta a los reaccionarios de “La media luna” y a los poderosos intereses externos y tus compañeros ponen un gran cartel en la puerta de la Facultad de Filosofía y Letras: “García Linera no es persona grata porque es un traidor”. Me asombró tanto que le pregunté a una chica: -¿Qué es Evo para ustedes? -Un fascista, me contestó . ¡Pobre Trotsky! me dije, recordando aquello de Marx: “sembré leones y coseché pulgas”. Y te hablo ahora de Correa que denuncia la acción negativa, en su país, de la que llama “izquierda boba” y salto de júbilo porque Fidel está mejor de salud. Y porque el PT continúa al frente en el Brasil y porque Chávez continúa expropiando y hablando del socialismo del siglo XXI . A vos todo eso te parece poco, insuficiente, indigno de tu atención, inclusive te molesta porque te hace más difícil criticar que cuando estaban los gobiernos neoliberales.
...para impedir el golpe de Kornilov es evidente que los bolcheviques debieron coincidir -desde su propia perspectiva y aún tapándose las narices- con Kerensky, que no era lo mismo que Kornilov: “No, no ha llegado el momento. Apoyad el fusil sobre el hombro de Kerensky y disparad contra Kornilov. Después, ajustaremos cuentas con Kerensky” ( L. Trotsky; Historia de la Revolución Rusa, tomo II, p. 165, edit. Sarpe, 1985).
Así también los comunistas chinos debieron coincidir temporariamente con la burguesía china: “Chiang Kai-Shek es un opresor de los obreros y campesinos chinos y no tenemos necesidad de que se nos lo recuerde. Pero hoy día está empujado, a pesar de su mala voluntad, a hacer la guerra al imperialismo japonés, por los restos de la independencia China. Mañana puede traicionar nuevamente.
Es posible. Más, más, ¡es inevitable!. Pero hoy hace la guerra: la no participación en esta guerra es cosa que sólo pueden hacerlo los cómodos, los canallas o los imbéciles completos ( León Trotsky). Proceder de otro modo es desconocer la dialéctica y convertirse -¿te suena este calificación?- en “El gran organizador de derrotas” (L. Trotsky, 1928).
Dio comienzo a este debate:
¿Adónde vas, Jorge Altamira?
Carta abierta de Norberto Galasso al dirigente del Partido Obrero, Jorge Altamira
Fue respondido en:
Qué bajo caíste Galasso
El dirigente del Partido Obrero, Jorge Altamira, responde a la carta abierta que escribiera el historiador Norberto Galasso.
Y finalizado con:
Te reitero, pensalo, Altamira, es mucho lo que está en juego.
La respuesta de la respuesta. Esta es la segunda carta abierta de Norberto Galasso en el intercambio que lleva a cabo con Jorge Altamira, intercambio que comenzó con esta carta abierta de Galasso el 5 de enero, y la respuesta de Altamira el 7 de enero.
De los 3 (tres) términos utilizados para titular esta entrada: ¿en cuál deberíamos poner a Altamira, en cuál a Galasso y en cuál deberíamos ponernos nosotros?
La imagen que ilustra esta entrada, corresponde a un mural del pintor mexicano Diego Rivera.
Días y flores
(Silvio Rodríguez)
Si me levanto temprano,
fresco y curado, claro y feliz,
y te digo: «voy al bosque
para aliviarme de ti»,
sabe que dentro tengo un tesoro
que me llega a la raíz.
Si luego vuelvo cargado
con muchas flores —mucho color—
y te las pongo en la risa,
en la ternura, en la voz,
es que he mojado en flor mi camisa
para teñir su sudor.
Pero si un día me demoro,
no te impacientes,
yo volveré más tarde.
Será que a la más profunda alegría
me habrá seguido la rabia ese día,
la rabia simple del hombre silvestre,
la rabia bomba, la rabia de muerte,
la rabia imperio asesino de niños,
la rabia se me ha podrido el cariño,
la rabia madre, por Dios, tengo frío,
la rabia es mío, eso es mío, sólo mío,
la rabia bebo pero no me mojo,
la rabia miedo a perder el manojo,
la rabia hijo zapato de tierra,
la rabia dame o te hago la guerra,
la rabia todo tiene su momento,
la rabia el grito se lo lleva el viento,
la rabia el oro sobre la conciencia,
la rabia —coño— paciencia, paciencia.
La rabia es mi vocación.
Si hay días que vuelvo cansado,
sucio de tiempo, sin para amor,
es que regreso del mundo,
no del bosque, no del sol.
En esos días, compañera
ponte alma nueva
para mi más bella flor.
(1974)
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sábado, 15 de enero de 2011
De obreros, historiadores y encrucijadasPublicado por Rafa Hambra 0 comentarios |
martes, 11 de enero de 2011
Concurso de Fotografía | Instituto de la Mujer | LA ABUELAPublicado por El Rincón de Nuke 0 comentarios |
Concurso de Fotografía | Instituto de la Mujer | LA ABUELA: "- Enviado mediante la barra Google"
miércoles, 5 de enero de 2011
POESÍA Y PSICOANÁLISIS- Jaime KozakPublicado por ichokozak 0 comentarios |
En poesía y psicoanálisis
el modelo es nuevo en cada giro
y el instante, una nueva y desconcertante
evaluación de lo que fuimos
donde al preguntarnos por nuestro ser
ya no somos éstos sino lo escrito.
Únicamente nos desengañamos de aquello
que engañandonos
ya no puede dañarnos.
En medio del camino,
en todo el camino
entre océanos y estaciones
donde es difícil hacer pie,
hostigados por luces y fantasías,
en el límite de hechizarnos,
hablemos,
no del saber de los sabios,
sino más bien, de su locura,
su miedo al extravío
a la poseción,
a ser otro
o de otras
o de Dios.
El juicio de dios terminó con Artaud.ç
El juicio del mundo, unió su alma a su cuerpo
y lo separó del mundo.
En la rabia toxica de la timidez de antaño,
que el diablo ampare una vez más
a la ideología surrealista.
en
11:13
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Etiquetas: Artaud, dios, Poesía, psicoanálisis, surrealismo
sábado, 1 de enero de 2011
El hombre que vino y fuePublicado por Rafa Hambra 0 comentarios |
Descubriendo los tesoros.
Interesante Acosta, muy interesante...
Eduardo Aliverti en su programa Marca de Radio del 01 de Enero de 2011, leyó este texto, que el politólogo Nicolás Casullo escribió en mayo de 2002, un año antes de que Néstor Kirchner llegara a la presidencia y antes incluso de que fuera realmente un candidato.
El notable texto pinta el personaje que el gobernador patagónico podría llegar a ser y en muchos aspectos realmente fue.
Nicolás Casullo, (Buenos Aires, 10/09/1944 - 09/10/2008) fue filósofo, novelista, ensayista y docente. Fue profesor titular, director de posgrado e investigador en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de Quilmes.
Afortunadamente para nosotros, además fue artífice de una obra en la que se dedicó a repensar la función del lenguaje y las palabras además de desarrollar una crítica cultural que cuestionó los paradigmas dominantes de la sociedad contemporánea.
El hombre que venía
Néstor Kirchner representa la nueva versión de un espacio tan legendario y trágico como equívoco en la Argentina: la izquierda peronista. En su rostro anguloso, en su aire desorientado como si hubiese olvidado algo en la mesa del bar, Kirchner busca resucitar esa izquierda sobre la castigada piel de un peronismo casi concluido después del saqueo ideológico, cultural y ético menemista. Convocatoria kirchneriana por lo tanto a los espíritus errantes de una vieja ala progresista que hace mucho tiempo pensaba hazañas nacionales y populares de corte mayor.
Revolotean escuálidos los fantasmas de antiguas Evitas, CGT Framinista, caños de la resistencia, Ongaro, la gloriosa JP, la Tendencia, los comandos de la liberación, ahora sólo eso, voces en la casa vacía. Por eso un Néstor Kirchner patagónico, atildado en su impermeable, con algo de abogado bacán casado con la más linda del pueblo, debe lidiar con la peor (que no es ella, inteligente, dura, a veces simpática) sino recomponer, actualizar y modernizar el recuerdo de un protagonismo de la izquierda peronista que en los ’70 se llenó de calles, revoluciones, fe en el General, pero también de violencia, sangre, pólvora, desatinos y muertes a raudales, y de la cual el propio justicialismo en todas sus instancias hegemónicas desde el ’76 en adelante, renegó, olvidó y dijo no conocer en los careos historiográficos. De ahí que en las nuevas generaciones de jóvenes de los últimos 20 años, las crecidas entre Luder y Menem, aquel “peronismo de izquierda” no dejó datos ni rastros: las nuevas generaciones medias no alcanzan a descifrar ese rótulo como algo digno de ser pensado. Por eso, como espacio histórico dramático y fallido, lo de Kirchner tiene el signo de la nobleza, del respeto a una generación vilipendiada con el mote de puro guerrillerismo. Es fiel a una memoria fuerte del país que ningún peronista “referente” se animó a aludir en la nueva democracia, y también signo de aquellos fatalismos. Larga es la lista de enemigos internos y externos de esa izquierda nacional en el movimiento desde 1953 hasta hoy: los “cobardes, entreguistas, traidores, claudicantes, negociadores, burócratas, mariscales de la derrota, antipueblo” y finalmente esa extraña y exitosa ecuación de modernización y renovación justicialista que desembocó en el menemismo-liberal que enamoró a todos los poderes reales en la Argentina. Lista de defecciones tan eterna y concreta que casi terminó siendo, desde 1955, la historia real del peronismo. La de sus defecciones.
En esa temeraria pelea está inscripto hoy el santacruceño. Según muchos, Kirchner asume la responsabilidad de una pieza semiarqueológica: los militantes peronistas “setenteros”, ahora cincuentones, quienes viven la biografía del movimiento del ’45 como sentados en una estación abandonada y ventosa muy al sur del país por donde volver a pasar, aunque todavía no se note, ni se crea, ni se oiga, aquel verdadero tren de la historia que algún día podrá llenar de humo purificador la patria.
Sentados en el andén vacío y destartalado, como a una hora señalada, los del grupo toman mate, hacen muñequitos de madera con las navajas, parrillan corderitos en la estación sin nadie, miran de soslayo por si se acerca alguien, y achican los ojos cada tanto con las manos de visera en pos de un imaginario punto negro, lejano, que se vaya agrandando sobre las vías con su silbato anunciador. La cuestión es no dar demasiados datos de esa espera. Por eso Kirchner habla rápido, a veces medio desprolijo, o deambula confusamente entre cámaras de noticiero tratando de coincidir con la memoria de los mártires, con el subsuelo del tercer cordón ex industrial, o con una histérica cacerolera de Belgrano R. Porque en realidad está diciendo algo difícil, complejo, discutible, pero a lo mejor por eso profundamente cierto en cuanto a por cuál sendero se sale realmente de este entuerto, donde el país se desbarranca por la ladera, perdida toda idea de sí mismo, toda imagen nacional.
Es posible que no sea candidato, o mejor dicho que no le alcance el envión entre los sueños solapados del presidente Duhalde, las encuestas optimistas de De la Sota, la coincidencia de los poderes con Reutemann, las infinitas “re-reelecciones” de Menem, el caradurismo simpático de Rodríguez Saá. Desgarbado, lungo, de palabra directa, está último en esa lista, cuando cada tanto viene del sur para exigir elecciones ya. Para decir que va por adentro o va por afuera pero no va a entrar en ninguna trenza. Lo converso con mis amigos y el 80 por ciento no lo ubica, lo semitienen en algún rincón de las imágenes del consciente pero no del todo. Les digo que es el fantasma de la tendencia que vuelve volando sobre los techos y sonríen como si les hablase de una película que no se va a estrenar nunca porque falta pagar el master.
Si rompe con el peronismo corre el eterno peligro de quedarse solo, ser simple izquierda, ser no “negocio”. Si se queda adentro, ya nadie sabe en qué paraje en realidad se queda: corre el peligro de no darse cuenta un día que él tampoco existe.
En ese maltrecho peronismo que vendió todas las almas por depósitos bancarios, Kirchner es otra cosa: insiste en dar cuenta de que ésta no fue toda la historia. Que hay una última narración escondida en los mares del sur.
Ilustra esta entrada la pintura Aquelarre del entrañable pintor argentino Antonio Berni.
No existe fuerza en el mundo
(Gustavo Santaolalla - 1988)
No existe fuerza en el mundo
que pueda parar la voz,
no hay vitamina que alcance
cuando del alma es la tos.
Cuando sabemos lo que tenemos
y transparente todo lo vemos
no existe bota o zapato
que pueda pisarnos hoy,
ni rascacielos que rasquen
cuando pica el corazón.
Cuando paramos de darnos cuerda
como si nada se abren los puertas.
No existe ciudad en el globo
que pueda atraparme hoy
No hay suficientes misiles
para bajarme la voz
ni reacciones en cadena
sino juego de eslabón.
Cuando los locos se están matando
entre las balas me voy silbando.
No existe sable en el mundo
que pueda partirme en dos.
en
8:03
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Etiquetas: Perdiodismo, Política
Vehiculos Renault Argentina:Publicado por Ska! 0 comentarios |